jueves, 1 de octubre de 2009

Todo se gasta


Todo se gasta,
y ya no nos sorprende como antes. Se nos gasta incluso la facultad de admirar. Porque hasta nosotros mismos nos gastamos. No se puede pretender de las cosas que no se gasten, iría en contra de las leyes de la física, de la entropía, de la fatiga de los materiales; contra las leyes de la biología ni hablar.
Pero bueno, si uno ve algo y lo nota gastado, significa forzosamente que antes brilló.
Supongo que lo máximo que se le puede pedir a las cosas, a todo, a vos, a mí, es haber brillado alguna vez. Aunque sea una, y gracias.
Que ya es bastante.


Septiembre 25 de 2009

5 comentarios:

  1. Y donde ponemos lo gastado?
    Me encantó la idea! Pero a mi en un año nunca me escribiste algo tan lindo!
    Besos desde París, en noviembre estoy allí espero verte!

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  2. yayaaa!!!
    como andas tanto tiempo? que lindo y loco reencontrarte por medio de un blog, escribis mas lindo que nunca!
    yo digo que lo gastado hay que pulirlo y aceptarlo, las cosas se gastan, me encato este brevisimo relato. besos!
    kari

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  3. no se si las cosas se gastan, o dejan de brillar, o que...
    a veces solo cambian de intensidad, qie lo intenso no tape lo importante.
    martin

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  4. Muy expresivo el texto, el que mas me gusto!
    A lo gastado a veces hay que darle oxigeno, y quizas vuelva a brillar, quizas.
    Leo

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  5. A veces gastado es más lindo.
    Hay que amigarse con lo gastado, como dice el texto todo se gasta, pero eso no necesariamente tiene que ser algo malo.
    Lindo blog.
    Muri

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